Vivimos en un mundo donde te venden los servicios como los mejores de su clase, con la mejor atención, con los mejores beneficios, con la mejor duración, la mejor recepción y cobertura, con los mejores precios, la mejor señal, los mejores resultados, etc., y la verdad lo que recibes en la mayoría de los casos son puras decepciones.
Al final las empresas son dirigidas por personas, y si los servicios que nos ofrecen fallan, ¿dónde radica como tal la falla? Yo digo que en las personas.
Al decir personas, me refiero a todas las involucradas en cualquier nivel jerárquico, desde el dueño, hasta el colaborar con menor nivel. Cada quien lleva su parte de responsabilidad por no entregar un servicio en tiempo y forma.
Los líderes o jefes-líderes en puestos de mando, fallan por no detectar las necesidades que se requieren para dar un servicio como lo dicta su misión empresarial, y ¿qué pasa cuando si detectan áreas de oportunidad, y solo se cruzan de brazos?
El resto de los niveles jerárquicos fallan también, cuando se dan cuenta de su falta de capacitación o habilidades, y prefieren callar en vez de sugerir o negociar que sean apoyados.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando estos colaboradoes si son escuchados, se les dan las herramientas para mejorar, y aún así siguen instalados en su mundo de "me vale"?
Resultado: cliente molesto, frustrado, decepcionado, y esperando a cambiar de proveedor de servicio en la primera oportunidad.