miércoles, 11 de marzo de 2015

¿Eres de los que solo "usa" a las personas para tú propio beneficio?

Es en estos días cuando nos sentimos vulnerables, cansados y angustiados por no poder cambiar nuestra situación laboral, que quisiéramos en verdad que se aparecieran aquellas personas que dicen estimarnos y ser nuestros amigos; para que nos ayuden a conseguir otro empleo, o por lo menos para que escuchen nuestras frustraciones.
 
Pensamos, ¿Por qué mi amigo no me contrata en su empresa, por qué no me refiere con sus conocidos?, ¿Por qué no me ayuda si a él/ella le va bien? La verdad es, que el hecho de que nos ayuden o no, tiene que ver con la forma en como los amigos, conocidos, nosotros mismos y el mundo en general, "utiliza" a las personas.
 
La palabra "utilizar" podría sonar fuerte, pero en realidad no debe tomarse con una connotación negativa. La palabra en este caso, es utilizada para investigar el ¿para qué me acerco a las personas? ¿cuál es mi objetivo al buscarlas? ¿para qué las utilizo?
Las utilizo para PEDIR-les algo, o las utilizo  para DAR-les algo.
**** ¿Qué pides a los demás? atención, dinero, amor, compañía, reconocimiento, etc.
**** ¿Qué das a los demás? ¿Qué compartes con los demás cuando sientes que la vida es próspera y justa contigo?
 
Cuando la vida te trata bien, sientes que te lo mereces y no volteas a ver a los que sufren y podrían necesitar de ti.
Cuando la vida te trata mal, sientes que no te lo mereces y que nadie voltea para ayudarte.
Finalmente la vida es una rueda de la fortuna, así que si hoy estás arriba disfrutando de la hermosa vista, empieza a DAR, empieza por ayudar a la gente que podría estar abajo necesitando de ti. De esta manera, el día que a ti te toque estar abajo, alguien vendrá a DAR-te la ayuda que requieres para subir.
 
Tenemos que aprender a utilizar a las personas para un único fin: el de COMPARTIR-les, y no utilizarlas para PEDIR-les, pues esto último se dará en el momento que entiendas el concepto de reciprocidad.

¿Resignación o inteligencia laboral?

 
Siguiendo con los consejos para hacerle frente a un trabajo que por el momento no podemos dejar, pero cuyo ambiente laboral ya nos incomoda; es importante tener claro lo siguiente:
 
"No se trata de resignarnos y dejar que todo nos afecte. Se trata de aceptar todo aquello que no está en nuestras manos cambiar, y trabajar en lo que si está de nuestro lado mejorar".
 
Así que cada vez que te sientas cansado, harto o malhumorado por ciertas situaciones laborales; considera si han sido ocasionadas por aspectos 100% imputables a ti, o si son ajenos a tu persona. No te resignes ni te enojes, solo acepta y enfócate en los objetivos que deseas alcanzar y que son los que te mantienen en tu trabajo actual.

No es el trabajo, sino el objetivo lo que lo vuelve especial

 
Una manera de hacer frente a otra semana, cuando nuestro trabajo actual nos parece insoportable, ya sea porque la gente alrededor es floja, tóxica o con poca actitud de servicio y trabajo en equipo; es pensar en el objetivo final de nuestra labor, así que te explico a que me refiero con esto.
 
Debemos enfocarnos en los beneficios que nos brinda el trabajo que tenemos, tal vez es nuestro medio para tener un seguro de gastos mayores, es posible que sea nuestra fuente de ingresos para pagar la escuela de los hijos, puede ser que este trabajo es nuestro trampolín a otro puesto o empresa.
En fin, si hoy tienes muchas razones de peso para permanecer en el trabajo actual, pero el ambiente o la gente es todo un reto sobrellevar; no te enfoques en ellos, enfócate en tu objetivo final, esto te mantendrá motivado y desenganchado de la negatividad que este a tu alrededor.

¿Es malo quejarse en el trabajo?



Para todos aquellos a quienes nos gusta reclamar nuestros derechos, deben saber que es válido y sano levantar la mano y expresar nuestro descontento, sin embargo; debemos tener claro que una cosa es  "quejarse improductivamente", y la otra es "reclamar productivamente".
*Quejarse improductivamente. Es ser como ese mosquito que ni te pica pero como friega toda la noche con su zumbido, o como uno que no se levanta de la cama a matarlo, pero al día siguiente te la pasas quejando de que no te dejo descansar.
 
El quejoso improductivo profesional, busca oídos para desahogarse. Expresa descontento y enojo. Trata de asignar culpas. Produce actitudes defensivas. En cada queja busca simpatía y apoyo, pues esto le permite permanecer en el papel de víctima. Son repetitivos, es decir; el quejoso cuenta la misma historia una y otra vez.... En conclusión, no hace nada, pero como chi....a. ¡¡Que flojera toparse con un espécimen de estos!! ¿no?

*Reclamar productivamente. Es aventar la piedra sin esconder la mano, es de los que se lleva y se aguanta. Si no le gusta lo que tiene, le busca el modo, y si de plano no le convence la resolución, recoge todos sus peluches y fotos del escritorio y se va.

El reclamador profesional, tiene por objetivo restablecer la paz. Si ha de hacer reclamos, se los hace a quien se la hizo (en este caso al mosquito). Busca “soluciones” en vez de culpables. Esta consciente de que al buscar soluciones, deberá comprometerse a  establecer acciones, darles seguimiento y evaluar el resultado.

¿Quejas? Dirigirse con quien lo quiera escuchar (una y otra vez).
¿Reclamos? Aquí  mismo en la sección de comentarios los puede realizar.
¿Quiere compartir este post con alguien que conoce y se parece al mosquito que le platiqué? Hágalo y con dedicatoria.
Juntos por un #cambioconciencialaboral