Mi investigación no está basada
en estudios científicos ni he tomado hordas para realizar un muestreo,
simplemente no creo que haga falta para ver lo evidente. Lo único que he
realizado es, llevar la capacidad de observación a un punto de interés
verdadero. La gente sale de sus moradas a diario y en su andar, mira y vuelve a
mirar todo y a todos, pero no observa.
La observación involucra el
hábito de analizar sin juzgar, imaginar sin etiquetar, empatizar al cruzar una
mirada furtiva pero reveladora. ¿Qué esconde esa risa fingida? ¿Dónde quisiera
estar ahora esa persona? ¿Qué está soñando despierto? Esas son las preguntas
que me hago a diario cada que me cruzo en tu camino.
Cuando los caminos se cruzan y el
infortunio de una experiencia que a nuestro parecer es eso, una desgracia o incómoda
situación; pienso, siento, externo mi emoción y tengo una respuesta física ante
la circunstancia; después, termino analizando la situación y trato de
encontrarle razones a la experiencia vivida. No es una cuestión del poder de la
atracción, no hay secreto en lo visible y latente; no es que me haya levantado
con el pie izquierdo; la respuesta es más sencilla, “la gente está enojada con
la vida, específicamente, con su vida” y yo solo fui el vehículo donde ha
vertido su desconsuelo y frustración. Lo acepto, pero no para soportar malos
tratos; lo acepto para aprender y crecer, para verme reflejada en el charco de
la desilusión, un charco que no quiero se convierta en mi espejo e historia.
¿Tengo la culpa de tu falta de
valor al no buscar lo que en realidad quieres? ¿Tengo la culpa de que tú no
seas capaz de enfrentar tus miedos? ¿Soy el responsable de tu falta de
creatividad para buscar formas de conseguir una vida con significado? ¿Acaso yo
te dije que te echaras compromisos de vida, para que después sean las excusas
por las cuales no buscas otra mejor? NO, mil veces la respuesta es NO. Yo no
tengo la culpa de tu desazón, depresión y tristeza. Así que no te desquites
conmigo, no me des un mal servicio, no seas grosero al atenderme, no seas flojo
al realizar tus labores.
Búscate una vida y vívela, que yo
estoy muy contenta buscando la vida que quiero vivir. No te amargues ni quieras
jalarme a tu mundo de amargura, porque yo libro mis batallas sin declararte la
guerra. Te quieres enojar con alguien, ¿qué tal contigo mismo? Por lo menos así
tendrás ocupada tu mente y no tendrás tiempo ni ganas de buscar a otro ser vivo
para pelearte o transferirle tus culpas.
Atte. Tu conciencia laboral
Atte. Tu conciencia laboral
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