El enfoque de las empresas con respecto al recurso humano, ha tenido
un replanteamiento importante al considerar a los colaboradores como el activo
principal, y por ende, toda un plan de acciones enfocado al bienestar social y
económico es puesto en marcha anualmente, sin embargo; pensando como empresa y
negocio, es bueno plantearse lo siguiente ¿Cómo medir que los esfuerzos por
proveer a los empleados de seguridad económica, estabilidad laboral, respeto, y
reconocimiento; están siendo apreciados?
En ocasiones, las organizaciones se pierden en la ilusión de
pensar que empleados sonrientes o
empleados que no externan quejas, es igual a empleados felices con su trabajo, comprometidos
al 100%, y que aunque no tenga datos duros que afirmen o demuestren lo
contrario, considera que son “buenos en lo que hacen”. La realidad es que
muchas veces se puede estar viviendo en una utopía, de la cual no podrá salir
hasta que analice cierta información.
Un buen comienzo, sería tomar una radiografía que muestre cuanto
está aportando el empleado a la empresa, pues aunque suene frio y fuerte, saber
a ciencia cierta si la relación empresa/empleado está siendo un ganar-ganar, o
un ganar-perder, o viceversa; es una de las acciones inmediatas a realizar;
solo así conocerá si en verdad la gente está alineada y comprometida con los
objetivos de la empresa, o si están trabajando solo para sus objetivos
personales.
La métrica conocida como retorno de inversión por empleado, le
ayudará a medir la ganancia que cada colaborador le deja con su trabajo. A
simple vista, el cálculo es sencillo, y en realidad debería serlo si usted
tiene claro las áreas de la empresa a convocar, a quienes podrá solicitar la obtención
de información que una vez analizada, le arroje un resultado por empleado. Lo
que se busca obtener es: la ganancia que cada colaborador le deja en una
ventana de tiempo, una vez que ha descontado cada peso invertido en su nómina,
capacitación, paquete de beneficios e incidencias.
Algo importante a considerar en este ejercicio, es que cada integrante
de la empresa aporta o deja de hacerlo, sin importar el área en la que labore. Esto
lo menciono, ya que muy frecuentemente se escucha decir que los empleados en áreas
de soporte, administrativas, mercadotecnia, diseño, etc., no pueden ser
medidos, esto solo es posible solo para los que trabajan en las áreas de
ventas.
Ahora bien, si usted responde que hay empleados cuyos puestos
fueron creados porque se deseaba ayudar a un amigo o familiar desempleado, por
una mala estimación en el crecimiento del negocio, o para disminuirle la carga
de trabajo a alguien más, pero en realidad no hay de por medio una
justificación basada en la estrategia de la empresa; entonces está claro que no
hay muchos cálculos por hacer ¿Cómo aporta alguien cuyo puesto nunca estuvo
justificado?
En
resumen, cada puesto que exista en su empresa, tuvo una razón de creación, y debe
contar con objetivos cuantitativos claros y actualizados, de no ser así,
empiece por este punto, póngalos en marcha, y enseguida comience por medir el
retorno de inversión por empleado.
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