Hace algunos años, tuve la
oportunidad de visitar un clúster de centros de contacto en Brasil, y en aquel momento me resultaron muy
innovadoras algunas iniciativas aplicadas, por ejemplo: durante los 15 minutos
de descanso de los agentes, se les exhortaba a ejercitarse, en específico
hacían TaiChi; que de acuerdo a los chinos, es un tipo de gimnasia enfocada a
prevenir y curar enfermedades. En resumen, me pareció extraordinario ejercitarlos
físicamente.
Al paso de los años, muchas
empresas se han volcado en la búsqueda de actividades que coadyuven en la salud
y bienestar de los empleados, las iniciativas han sido varias, desde ocupar el
descanso para validar sus destrezas de estrategia en juegos de mesa, hasta
brindarles salas de descanso donde puedan encontrar lectura amena, o
simplemente distraerse viendo la tv. Asimismo, ideas como llevar la convivencia
laboral al exterior, donde se busca impulsar el relacionamiento entre empleados
y jefes, aumentar la identificación con la organización, y al mismo tiempo, bajar
los niveles de estrés y ansiedad, son otras de las técnicas que persiguen la
salud física y mental.
Actualmente, encontramos nuevos
caminos para apoyar en el bienestar y productividad de los colaboradores. Estudios
científicos han compartido datos muy interesantes con respecto a un tema que si
bien pareciera una moda en Occidente, es una enseñanza milenaria en otras
tierras. Mindfulness, o lo que es lo mismo, cultivar momento a momento la
conciencia, estar en el aquí y en el ahora, dejar de soñar despierto.
¿Cuántas veces se da cuenta que
estaba redactando una carta para un cliente, y de repente pone el piloto
automático? Es decir, usted sigue escribiendo de forma autómata, pero está
pensando en las vacaciones que tomó hace un par de semanas ¿Cuántas veces pilla
a su mente divagando en el pasado o en el futuro? Lo interesante, es que
mindfulness también es el momento cuando se da cuenta que ahorita, en este
instante, según usted está leyendo el artículo, pero su mente andaba en otro
lado.
Una de las técnicas más famosas
para cultivar mindfulness, es la conocida como MBSR (Mindfulness-Based Stress
Reduction), desarrollada por Jon Kabat Zinn en 1979. Un análisis de los efectos
alcanzados con esta técnica, demostró que ayuda a reducir distress (coloquialmente
llamado stress), ansiedad y depresión; y para personas que padecen de algún
dolor crónico, puede mejorar su bienestar.
Practicar mindfulness nos lleva a
experimentar el mundo como lo estamos viviendo en este preciso instante, en
esta realidad; en vez de vivir envueltos en pensamientos de lamentación por lo
que fue o pudo ser, o en pensamientos de anticipación por lo que imaginamos
podría ser o será. En el trabajo, aprender a que lo que llamamos “problemas”
serán eso porque así los hemos etiquetado, ya que en vez de enfocarnos a
trabajar en la situación que se presenta, nuestra mente ocupa el tiempo imaginando
el peor de los escenarios que se derivará.
Mindfulness no es la receta
mágica que hará que los empleados se enfoquen en sus actividades y hagan de su
horario laboral el mejor aliado para concretar objetivos en tiempo y forma
(ocuparse en vez de preocuparse o distraerse), pero si puede ser una
herramienta nueva a implementar, que muy bien puede fungir como un aliado
innovador en la búsqueda del bienestar y productividad de sus colaboradores.
Hay muchas técnicas para
desarrollar mindfulness a través de la meditación, las cuales van desde estar
sentados por algunos minutos contemplando nuestra respiración, hasta hacer
yoga. La idea es implantar el tipo de técnica que mejor se adecue a sus
necesidades de tiempo y presupuesto, además; lo puede manejar como una
prestación adicional que está otorgando la empresa, cuyos beneficios se verán extrapolados incluso, en
los círculos sociales, familiares, y personales de sus empleados.
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